REFORMA UNIVERSITARIA
En junio de 1918 los estudiantes de la Universidad de Córdoba iniciaron una protesta
generalizada que condujo a grandes cambios en la vida universitaria latinoamericana, fue
la Reforma Universitaria.
Hasta ese momento la universidad se mantenía cerrada al progreso, al crecimiento y a la
sociedad y estaba marcada por un fuerte espíritu conservador. Las universidades estaban
en manos de grupos de profesores que se perpetuaban por afinidades ideológicas,
religiosas o de parentesco; con cátedras como feudos personales que se heredaban de
padres a hijos. La universidad representaba el oscurantismo cultural, la improvisación y
la superficialidad en materia docente, la represión de todo tipo de iniciativas e
innovaciones, el ocultamiento deliberado de teorías científicas como la de Darwin o
Newton por ser contrarias a la ideología de las autoridades universitarias, la
aplicación de una dura disciplina y un culto extremo a tradiciones ya arcaicas por aquel
entonces.
Además, el malestar universitario estaba ligado íntimamente al malestar social, producto
de la marginación política, económica y social de los sectores medios y asalariados de
nuestros países. Así se fueron conjugando factores que generaron un malestar creciente
entre los estudiantes, a partir del cual comienzan a plantearse la necesidad de impulsar
reformas en la enseñanza superior.
Los jóvenes reformistas desencadenaron una lucha contra la universidad retrógrada y
paralizada que funcionaba hasta ese momento. La reforma propone la renovación y la
modernización, tanto en lo que se refiere a la estructura universitaria, al contenido y
al método de la enseñanza y a la relación de la universidad con la sociedad y el
Estado. El programa reformista plantea construir una universidad más abierta,
democrática y comprometida con el país y su transformación.
En suma, los reformistas creen que la universidad no puede ser solo la productora de
profesionales mediocres e indiferentes, sino que debe cumplir una misión social orientada
a la solución de los problemas populares.
La Reforma Universitaria de 1918 sentó las bases de lo que sería la universidad del
siglo XX en Argentina y América Latina, sus principios fundamentales son:
- AUTONOMÍA de las universidades frente al Estado, para que se gobierne
a si misma, en forma independiente del poder político de turno.
- COGOBIERNO, para asegurar la democracia interna, con la participación de
todos los miembros de la comunidad universitaria: docentes, estudiantes y graduados.
- LIBERTAD DE CÁTEDRA, para que la docencia se pueda realizar desde diferentes
enfoques ideológicos que no estén atados por tutelas políticas o filosóficas.
- CONCURSOS DOCENTES Y PERIODICIDAD DE CÁTEDRA, para que la provisión de los
cargos docentes se haga por concursos periódicos, garantizando la idoneidad y capacidad
de los profesores, en búsqueda de la excelencia docente y para evitar las designaciones
por favoritismo y el anquilosamiento de la enseñanza.
- INGRESO IRRESTRICTO Y GRATUIDAD de la enseñanza, para garantizar la más
amplia igualdad de oportunidades a todos los que deseen estudiar.
- EXTENSIÓN, para que la universidad no sea un reducto aislado y que devuelva
a la sociedad parte de lo que de ella recibe, dando soluciones a sus requerimientos.
- DOCENCIA LIBRE: Posibilidad de que se dicten materias o cursos afines o
complementarios a los del plan de estudios.
- CÁTEDRAS PARALELAS: Existencia de más de una cátedra por materia,
para que los estudiantes puedan optar libremente entre distintos enfoques.
El principal documento donde están plasmadas las ideas reformistas es el Manifiesto
Liminar de la Reforma, publicado por la Federación Universitaria de Córdoba en junio de
1918, durante el levantamiento estudiantil en reacción al intento de elegir un personaje
conservador y retrógrado como Rector de la Universidad Nac. de Córdoba.
Una de las misiones actuales del movimiento estudiantil es luchar por el mantenimiento de
los postulados reformistas en esta castigada universidad pública argentina.
En la actualidad la situación de la educación pública es crítica. Ha venido siendo
atacada continuamente durante 10 años por el régimen menemista que logró imponer un
salvaje ahogo presupuestario y restringe la autonomía universitaria, y así destruyó el
derecho de muchos ciudadanos a poder estudiar.
Creemos que con el triunfo de la fórmula presidencial de la ALIANZA se inicia un futuro
mejor para la educación en el país. Vamos a trabajar esforzadamente para que así sea.
Por esto, es que la lucha por mantener o recuperar las viejas conquistas reformistas no
debe ser un fin en sí mismo, sino los instrumentos para lograr un objetivo mayor, la
transformación social para la creación de un modelo de país progresista, justo y
solidario, distinto al actual, donde imperan la corrupción, la impunidad, la pobreza, y
la exclusión social.
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